Teniendo como principal argumento los escasos triunfos obtenidos por el equipo dirigido por Carlos Bilardo (quién fue y es uno de los máximos pregoneros en la Argentina de que en la práctica futbolística son los resultados lo único importante) una franja de los hinchas de Boca Juniors empezaron a darle la espalda a Diego Maradona al prejuzgar que el ídolo atravesaba irremediablemente la etapa de la decadencia.
Si bien prontamente son muchos los hinchas de Boca Juniors que respaldarían a Maradona brindándole una gran ovación, dejando de lado así las dificultades que su equipo favorito estaba atravesando momentáneamente, el notable jugador confirmaría la decisión de no jugar más en el club:
"El recibimiento de la hinchada no puede hacer cambiar mi decisión. Y menos los hinchas que hablan pelotudeces".
El apoyo brindado por el público estaba basado, en buena medida, en el fuerte reconocimiento que Maradona había acumulado a través de tantos años de deportista exitoso, capaz de definir el partido a favor de su equipo a partir de una jugada que mezclaba belleza y eficiencia.
Otro punto de conflicto se generó en el club de la ribera, cuando Maradona desaprueba el proceso de "racionalización" llevado a cabo por Bilardo que pretendía descartar, sin ningún tipo de miramientos, a los deportistas que no se amoldaban tanto por sus comportamientos como por sus características corporales al proyecto primer mundista requerido por las autoridades.
Por otro lado, Maradona, mantuvo desde el comienzo, una relación controvertida con el presidente de la institución, Mauricio Macri, a quién le preocupaba, entre otras cosas: los privilegios que la conducción anterior le había otorgado al genial deportista y que él no se animaba a cortar, su adicción a las drogas, sus frecuentes rebeldías.
Si bien Maradona había concretado un rápido ascenso social utilizando como elevador uno de los pocos sitios que le va quedando a los sectores medios y bajos de la Argentina para escalar socialmente, teniendo que participar así de una convivencia social atravesada por armonías pero también por graves tensiones y estallidos, no tuvo reparos en señalar las fuertes diferencias de origen social que lo distanciaban de Macri y que, de alguna manera, seguían teniendo vigencia en el presente:
"Lo cortés no-quita lo valiente, yo a él lo saludo, pero nos separa el Río de la Plata; él nació en cuna de oro y yo en Fiorito...
Es que Maradona, pese a poseer una fortuna considerable y un excelente ingreso, no forma parte de esa minoría que integran aquellos individuos que teniendo un origen y educación afines, mantienen un estilo de vida similar como resultante de una determinada trayectoria de clase. Diego Maradona es un advenedizo, alguien que ha triunfado socialmente siguiendo un camino paralelo y con relaciones muchas veces tirantes con aquellos, revelando así, con suma crudeza, la inestabilidad del espacio social para quienes recién lo han escalado.
También Carlos Bianchi en algún momento tuvo a la 12 en disconformidad. Cuando Bianchi decide irse de Boca, en esa famosa conferencia donde deja mal parado a Macri delante de toda la prensa. La gente en la cancha pedía obviamente que no se vaya, y era casi todo el estadio el que cantaba por Bianchi e insultaba a la comisión directiva, casi todos ya que la 12 en una acción bien planeada, no solo obligaba a cantar otras canciones para tapar el reclamo, sino que estaba esparcida en todo el estadio matoneando gente y haciendo callar al que veían insultar a su gran jefe.
Esa misma barra brava que cuando Macri no quiso darles lo que pedían, suspendieron un partido en Rosario frente Ñewells, y fue el único equipo al que le dieron por perdido el partido y además le descontaron 3 puntos. No solo que la barra es paga y trabaja para Macri, la relación con Bianchi igualmente nunca existió.
El primer día de practica en el año ´98, Bianchi llego al estacionamiento y lo estaban esperando los hermanos Di Zeo y el “oso” Pereyra, ahí le dejaron en claro al Virrey que para andar bien con la barra había que pagar, Bianchi muy astuto lo llamo a Mauricio y cuando se comunico, le dio el teléfono a Rafael Di Zeo, “ahí está Macri, arregla con el”. Ahí termino el trato.
La relación de Mauricio con jugadores de estirpe y de condición de ídolo siempre tuvo roces, y en la mayoría de los casos, el salió siempre bien parado y el que se fue por supuesto, fue el jugador.
Algunos de los jugadores :
Maradona, Caniggia, Bermúdez, Riquelme, Serna, “manteca” Martinez, Palermo, Tevez, Riquelme y el mismo Bianchi, entre otros.
Sin olvidarnos del escándalo en Brasil, cuando los jugadores se pintaron las remeras con inscripciones alusivas a la comisión directiva .Muchos jugadores pagaron ese día con la continuidad en el club.
Con Caniggia le salió mal porque tuvo que pagar en un juicio que beneficio al jugador.
A Bermúdez le fallo como persona. Un día llego un fax del club Barcelona de España
pidiendo condiciones por Bermúdez. Nunca se dijo nada, solo rumores y ante la pregunta
del jugador sobre una nueva llamada desde España, la contestación era siempre, “no hubo
mas contactos”. Pero la verdad salió a la luz, y un día le llego al representante del “patrón” Bermúdez un fax con el logo del club Atlético Boca Juniors, firmado por el mismísimo presidente Macri, donde pedían la módica suma de 7 millones de dólares.
En una reunión por los premios, Bermúdez le pregunto a Macri si sabia del tema, él le juró que no, y que nunca le hubiera cortado la posibilidad de emigrar, sin embargo, Bermúdez le mostró el documento firmado por Macri, el cual no pudo desmentir. Fue la ruptura final y Bermúdez pidió ser vendido ante el primer pedido extranjero. Como diría Bermúdez un par de años después : ”tuvimos desencuentros y nunca estábamos de acuerdo, pero la mentira no me la banque, me falló como persona”.
En declaraciones a FM Aspen el día 5 de Abril de 2005, Bermúdez afirmó que: “No se puede tener un presidente que quiere sacarle plata a los jugadores. El no tiene en el pecho ningún sentimiento. Sólo quiere dinero”. Confesó también que antes de irse le dijo a Macri que además de tener toda la plata del mundo, se quería quedar con la de los jugadores. Bermúdez no fue invitado a la fiesta del Xentenario y dijo que le dio mucha bronca escuchar a Macri declarar que “el patrón” se había manejado mal con Boca.
Antonio Barijho habló también del presidente de Boca: “Gracias a Dos nunca tuve ni voy a tener ninguna relación con él. Hay muchas cosas que no salen a la luz”.
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